jueves, junio 18, 2009

Y una bellota es un roble

L'Osservatore Romano, el diario oficioso del Vaticano, ha publicado un artículo en el que propone denominar con la palabra niño al feto, ya que "en el nombre que damos está el juicio que tenemos" de las cosas, asegura.

El artículo, que está firmado por el neonatólogo italiano Carlo Bellieni, considera que "no se trata de revolucionar el vocabulario, sino de volver a llamar a las cosas por su nombre" y, por tanto, de "llamar 'niño' a un niño, aunque todavía no haya nacido".

Bellieni sostiene que la distinción "neta" entre las palabras niño, que normalmente sólo se utiliza para denominar al hijo nacido, y feto, que se restringe a la fase anterior al parto, es reciente.


Si esta gente realmente siguiera las escrituras de la Biblia, verían que según su libro sagrado, la vida empieza al nacer. Por eso al creer en Dios uno "vuelve a nacer" y no vuelve a "ser fecundado". Pero da igual, si esta gente usara la lógica, ni siquiera creerían en amigos invisibles en el cielo.

Detrás de todo esto no hay más que lo de siempre, la represión de unos pocos intentando dominar la vida sexual de los demás. Y todo esto cuando esos pocos han hecho voto de castidad, cuando entre esos pocos las estadísticas de pederastas se disparan, cuando se oculta y premia a los delincuentes que viven entre sus filas, cuando se excomulga a una niña y su médico por el aborto después de una violación, cuando se asesina a médicos que no hacen más que su trabajo.

Esta gente no tiene autoridad moral ni científica para decidir un tema así. Que se dediquen a su religión y dejen que cada uno sea libre de elegir.

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