Hasta la Vivienda Digna! 3 años de lucha

Pronto se cumplen tres años de la primera sentada por una vivienda digna. Aquello que comenzó como un simple correo electrónico moviendo a la gente a manifestarse, se ha convertido en un movimiento plural y activo.

En estos tres años hemos luchado por el Derecho a una vivienda digna de TODOS los ciudadanos,tal y como queda recogido en el artículo 47 de la constitución. Hemos informado de alternativas, propuestas concretas y medidas que hubieran podido aplicarse igual que se aplican en otros países para evitar la crisis que se veía venir.

Dijimos que la crisis estaba a la vuelta de la esquina y se nos tachó de pesimistas y vagos. Denunciamos el peligro de una economía basada en algo tan inestable como el ladrillo y se nos contestó que "la vivienda nunca baja". Por activa y por pasiva, manifestaciones y sentadas, comunicados públicos y actos de denuncia avisamos que la precariedad, el alto endeudamiento de las familias, la especulación sin freno, y la avaricia de políticos, inmobiliarias, constructoras y bancos eran los ingredientes que harían que este sistema no pudiera aguantar más.

Y la burbuja ha petado.

Y a pesar de que la situación es propicia para renovar un sistema que ha probado estar equivocado, no se buscan medidas estructurales de cambio. Nuestro gobierno está empeñado en esperar que el temporal pase y volver a la construcción como fuente de ingresos y motor de la economía.

Creemos que esta crisis es programada, que forma parte del sistema de mercado bajo el que vivimos. Había gente que sabía que esto pasaría: unos lo escondían y a otros no nos hacían caso.

Ni la vivienda, ni el trabajo, ni la vida són mercancías para especular y ganar dinero. Si són derechos básicos reconocidos por las leyes, porqué se ha permitido llegar a la situación actual?

Por qué los que de verdad se han beneficiado en esta época de orgía financiera y especulativa, creen que a través del miedo -a perder la casa, el trabajo, la vida “cómoda”,…- podrán seguir exprimiéndonos hasta el último céntimo?

Lo que no saben es que hay gente que no tiene miedo, que está dispuesta a luchar por un futuro mejor para nuestros hijos.
Lo que no saben es que somos muchos, cada vez más, y que no vamos a parar hasta conseguirlo.